timbre freinet

 

Critiques "Freinet le bon sens"

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Giordan André
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Bulletin CIRA

Michel,

J'ai glissé dans ma valise à tous hasard ton livre sur Freinet, reçu hier à midi avant mon départ pour Strasbourg (pour une sesiion de partage de réflexion).

Je l'ai ouvert cette nuit.

Je suis sur le cul.

Quel beau livre, selon moi !

Honnête, modeste et si ample,

si documenté, si structuré,

à la fois si fouillé et avec un souffle qui l'unifie,

bien au-delà de Freinet.

Bravo Michel !

Jean-Pierre Lepri

 

qui précisera en “note de lecture” :

C’est en parlant qu’on apprend à parler. » Freinet n’a fait qu’ouvrir les portes de l’école à la vie et au bon sens paysan. Il observe comment sa fille apprend à lire toute seule et il conceptualise alors « la méthode naturelle ». Il remarque aussi que les enfants apprennent par essais et erreurs et formalise le tâtonnement expérimental. Ces nouvelles approches lui valent des incompréhensions, voire des sanctions. Il persiste néanmoins dans ses idées et crée sa propre école. L’auteur a mené pendant treize ans une enquête méticuleuse, honnête, fouillée, à la fois sur l’homme et sur la construction de son personnage – une somme indépassable. Comment l’homme Freinet, libertaire et pacifiste, devient le pédagogue du « bon sens » internationalement reconnu, de nos jours encore. Inspirant. JPL (revue Silence)

 

Ici devrait apparaître la critique d'André Giordan

Je viens de lire le livre de Michel sur Freinet. Je pense qu'il vaut bien des thèses par son apport et son parti-pris. Merci Michel pour ce vrai travail de recherche.

Patrick Laurenceau

 

MULAT, Michel (2020): Freinet. Le bon sens: à la foi paysan et éclairé. Nice: Editions des Amis de Freinet, 325 pp. ISBN: 978-2-9513789-7-1.

Célestin y Élise Freinet y su trascendencia pedagógica y escolar son materia de reflexión, de investigación histórica y de aportaciones ensayísticas, singularmente en Francia, si bien con un eco público menor que en otros momentos.

Justo por ello, también de tanto en tanto, pueden aparecer monografías que resaltan una que otra gran figura de la Escuela Nueva (por ejemplo, Montessori) mientras silencian/aminoran inadecuadamente la Pedagogía Freinet, o introducen una interpretación incorrecta de algún significativo aspecto de la biografía de Freinet, queriendo sin embargo, presentar un aspecto problemático con una luz nueva. Como ocurre en diversas ocasiones con otros asuntos y personas sometidas a debate historiográfico.

Es desde aquí desde donde, Michel Mulat, un reconocido militante de la Pedagogía Freinet y también exigente conocedor de los textos, de las biografías y de la historia del Institut Cooperativ de l´Ecole Moderne, aborda en el presente texto el estudio de varios de los aspectos que en alguna ocasión han aparecido como controvertidos: Freinet, comunista, o anarquista; soldado1 o pacifista; académico o empirista; antifascista o vichysta.

Introductoriamente señala Mulat la trascendencia pedagógica de Freinet (“un práctico pragmático y constructor de redes en permanente contacto con las concreciones de las clases”) al abrir posibilidades e investigaciones sobre los niños en la vida real a través de la consideración central del lugar del tanteo experimental y de la libre expresión. Mediante los tanteos el niño emite y modifica sus propias concepciones, caminando desde el ensayo-error al azar hacia formas superiores y más elaboradas para la construcción de saberes personalizados, enriquecidos a través de intercambios entre pares, en el marco de un proyecto educativo coherente, con un proyecto de sociedad emancipadora.

¿Cómo interpretar su modo de proceder racional y argumentativo, tan frecuentemente huidizo para los ‘modos positivistas de racionalidad’? Indica Mulat que Freinet era un hijo de la sociedad rural, para quien el movimiento natural de la vida era más importante que las teorías que él calificó como artificiales, al ser elaboradas en contextos separados. Con él estamos ante un saber que se apoya sobre la experiencia reflexionada, aplicando el buen sentido de un atento e informado agricultor. Con este criterio del ‘buen sentido’ podremos iluminar zonas no bien comprendidas de la vida de Freinet; de este modo, el mismo Mulat utiliza su propia experiencia vital, que explica, para tratar de ‘entender’ algunos aspectos de la vida de Freinet sobre los que se detiene en este texto: sus posiciones ante el debate comunismo-anarquismo, su laicidad, su posición ante las guerras, o ante el gobierno fascista de Vichy.

De este modo, podremos entender su proximidad a la sensibilidad anarquista o su distanciamiento del centralismo organizativo comunista, o su defensa de la observación y de la experimentación infantil si tenemos en cuenta el contexto socio-cultural en el que se educa como niño y adolescente, formando parte de una vida comunitaria rural marcada por las ayudas mutuas: el herrero en un momento de necesidad llama a un niño que pasa ante su puerta para que le ayude a accionar el fuelle hidráulico y el niño que acude realiza una tarea útil (un trabajo) que se confunde con el juego. Además, en el medio agrícola los niños solo aprenden bien moviéndose, quedando la pasividad limitada al tiempo de dormir. Es en la naturaleza y mediante la vida como se adquieren las técnicas y el buen sentido, que nace de la observación y del tanteo, dos grandes principios de la Pedagogía Freinet. Es así, el buen sentido del campesino, no exento de ciencia, el que guía el comportamiento de Freinet en sus actuaciones.

Otra cuestión: con algo menos de 19 años queda encuadrado en un batallón militar y todo a su alrededor desprende animosidad bélica contra Alemania de la que inicialmente él también participa; sin embargo, pronto en un intento de darle sentido a la guerra podemos observar en sus libretas de notas el choque entre el suboficial que era, como aplicado normalista, y su oficio educador, dando paso a una reflexión política que lo conducirá a posiciones pacifistas y de auto-organización frente a la disciplina de obediencia acrítica.

Al finalizar la guerra se encamina hacia un sindicalismo de tendencia libertaria y se manifiesta como impulsor de cooperativas de producción y de consumo en el espacio campesino, observando que no existen realmente cooperativas sin que exista cooperación y ayuda mutua, como aprendizaje que trasladará a la organización cooperativa del profesorado, asunto que plantea el problema de la organización, de la disciplina consentida y de la práctica de la autoridad. Vendrá su adhesión al PCF, pero en no tardar, también su desafección y la práctica del buen sentido: la difícil explicación del armisticio Lenín-Hitler o la introducción del condicionamiento en la política educativa soviética conducen a Freinet hacia la separación total en los primeros años 50.

Entre marzo de 1940 y final de octubre del 41 vive, como otros comunistas, en situación de internamiento vigilado que transcurre en “champs de súreté national”, que no campos de concentración ni prisiones, bajo el régimen de Vichy y del presidente Petain, cuyo primer gobierno era antiestalinista y también antihitleriano, y desde el que se emitían algunos mensajes de renovación y activismo pedagógico (la importancia de la naturaleza, de las cooperativas, del trabajo manual, del cuerpo), junto al ultracatolicismo y la ideología fascista. Freinet parece aprovechar estos mensajes en sus tres misivas hacia el mismo Petain, con el apoyo, entre otros de Ferrière, queriéndose ver libre de un internamiento gravoso para su delicada salud (herido de guerra con problemas pulmonares, limitantes en un 70%). De esto han procedido algunas acusaciones de adhesión al régimen de Petain, si bien en la amplia correspondencia conservada y hoy publicada entre Élise y Célestin, en este tiempo, no existe la menor marca antisemita o antimasónica, como la que se exhibe desde los gobiernos de Vichy. Una lectura hermenéutica, realizada por Mulat, permite observar los usos lingüísticos de doble sentido, o cuando expresan lo contrario de lo que realmente quieren expresar.

De todo lo anterior, Mulat termina desprendiendo el mensaje del buen sentido de la cooperación, que nos evidencia que aprendemos sobre todo haciendo, y no solo escuchando; el buen sentido que lleva a la experimentación siempre, que favorece el espíritu crítico, lo que aleja la conveniencia de un “método Freinet” empaquetado para ser vendido, a favor de una “pedagogía Freinet” que ha ser recreada en el presente.

Antón Costa Rico

Ici devrait apparaître la critique extraite du bulletin de mai 2021 du CIRA de Marseille


... ton bouquin sur lequel je me suis jeté dès qu'il est arrivé, tant j'avais hâte de pouvoir enfin argumenter dans un débat récurrent concernant Freinet et le communisme. Ma conviction n'était jamais très étayée faute de ces sources précieuses que nous livre enfin ton travail en profondeur. Merci de nous les fournir et je me suis donc empressé d'en rendre compte pour la feuille du cira et de le cataloguer pour le mettre à la disposition de nos lecteurs.

Ce n'est point tant l'étiquette politique que l'on peut coller sur Freinet qu'une dénaturation de son engagement, qui me gênait. On amputait sa pensée de quelque chose d'essentiel : sa volonté de faire des hommes libres en leur fournissant des outils pour exercer leur libre arbitre : autonomie de la pensée, confiance en soi pour défendre ses actes et ses opinions, individus le plus complets possible, non par une tête farcie, conditionnée, mais disponible à l'aventure de leur vie. Des individus débarrassés de tout dogme et de toute autorité hormis celle que l'on a librement choisie et qui doit guider nos actions. Ce qui peut sans doute définir un certain anarchisme mais qui ne serait guère compatible avec un certain pseudo communisme qu'on a tenté d'attribuer à Freinet, en faisant fi de tout le contexte qui l'avait amené à une époque à certains compagnonnages qui n'avaient rien d’infamants en soi.

Ton livre est donc un ouvrage essentiel en dehors de toute hagiographie (...) Je ne prie pas Saint Freinet le soir avant d'aller dormir, mais sa pensée a inspiré ma pédagogie et mon rapport à l'enfant dès que je l'ai découvert au début des années 60, après 2 ou 3 ans d'enseignements avec les tâtonnements du débutant sortant de son baccalauréat et à qui on avait refilé en 1959, sans autre formation, pour une année 44 enfants du CP et l'année suivante une classe de fin d'études, et tout ça dans une cité d'urgence ... où j'ai grâce au groupe des Bouches du Rhône, ma seule formation pédagogique, rencontré grâce à l’École émancipée, découvert qu'enseigner pouvait être un bonheur autant pour celui qui enseigne que pour ceux qu'on lui a confiés. Je n'ai jamais changé d'école et j'ai fait du Freinet à ma manière.

Toni (CIRA)

 

 

1Así se desprendería de la obra de Emmanuel Saint-Fucsien (2017): C. Freinet, un pédagogue en guerres. 1914-1945. París: Perrín, con una ‘lectura’ insuficiente de la vida y textos de quien había sido en la Primera Guerra Mundial un soldado con alguna graduación y con soldados a su cargo.